viernes, 4 de diciembre de 2009

José

- Miráme cuando te hablo. Adriana! Por favor!
(silencio)
- Ya te dije Adriana, y te lo repito: Fué solo un momento.
( un momento, si seguro- pensaba Adriana)
- Te amo
- Yo también
( no pudo contenerse)

[ de ensueño era aquélla noche en que miraban las estrellas y no podian dejar de amarse, de tocarse, de mirarse y respirarse. Enloquecían mutuamente y se decían las cosas más bellas que jamás habían oído. Tenían su propio idioma y acostumbraban a llamarse por otros nombres. Se cantaban canciones y dibujaban aviones.]

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