jueves, 3 de diciembre de 2009

Adriana

Hoy me levanté atormentada, con dolor de espalda y algo sedienta. Por momentos pensé que estaba comenzando a volverme loca, porque habitualmente no era de sentirme de ese modo. Al contrario, mi día comenzaba de la mejor manera. Algo de música, mi mamá con el desayuno ya listo en la mesa, Can(ela) que movía la cola y mi hermana tocando el piano. Era un placer escucharla por esas horas de la mañana.
Pero no, hoy mi día comenzaba así. Atormentada por los sueños, sedienta y dolorida. No recordaba mi nombre ni donde estaba acostada. Por un instante pensé que no pertenecía a ese cuarto que noches anteriores habíamos decorado con V y C , al cual habíamos dejado sorprendentemente hermoso.
Que tormento! No podía abrir los ojos y un sonido configurado se seguía de otro parecido y así sucesivamente. Ya no quería escuchar aquella voz, ni aquél sonido. Era un tormento rabioso. Como aquella canción que habla de esos mometos. Me sentía pesada y transparente al mismo tiempo. No encontraba manera de escapar y quería gritar. Que me arrancáran de aquel sueño anhelaba con toda mi fuerza. Fue así que encontré calma al escuchar el llamado de mi madre desde la cocina.
- Adriana, adriana! Levantesé que es tarde!

[sueño delirante]

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