sábado, 8 de mayo de 2010

Permiso, pasa.

En una baranda junto al mar.
Encausada entre el abismo y lo llano.
Contemplando a un niño estrella.
Una canción trayendo certeza
Y mis manos sudorosas gustosas de resbalar
queriendo aterrizar.
Amante de mi cáscara
ansioso por despegar
famélico por no poder entrar.
Y la espera de un mensaje sub-acuático
con la respuesta de una caricia sobre el pelo
ácido.
Adentrarse en el mar
querer naufragar
y una eternidad de incineración.
Abrir una grieta
que nunca fue cerrada.
Y dormir un sueño tranquilo comprimida en tus extremidades.
Hedor pérfido
visítanos más seguido...

miércoles, 28 de abril de 2010

Lastimandosé el cielo, y el sonido de un gorrión.
Entrega, al tarearear cada canción. Entrega,
máxima entrega la de una voz que desearía ser como J.N.
Y la vida, con tu si, con tu no. Y ella, amargo sabor del que no tengo explicación más que un sabor a nada, a cuarto vació y cartas quemadas. Y tan tímida, y un abrazo fuerte el de ella. Nada más que eso.
Y acá piden que dejes de lidiar con aquéllo. Que lo entregues y lo déjes al vacío total. Que se sienta tonto, tímido, malo. Que sienta asco. Y que llore pidiendo al gorrión su más triste canto.
Y entonces, cuando la lágrima caiga por su mejilla ya habrá pasado tiempo.
Y cuando eso suceda olvidate de todo, menos del cielo.

[sobre ella no se más que eso]

sábado, 17 de abril de 2010




No hay nada más allá que esto.
La música que me dejó el tiempo.
Y mientras tanto busco palabras para entender (te).
Pequeño animal, nunca quise más de vos que hoy. La perfección no existe

miércoles, 14 de abril de 2010

Y a cada pasito estaba. Yo,
a cada notita.
Jugás?
Dale, jueguemos que me aburro.
Solo un ratito. Lo prometo. Te quiero observar, solo eso.
Un juego blanco, dale. Si sabés que nos gusta.
En cambio no. Me mirás y me decís: No te aléjes.
.
[El vacio después]

domingo, 11 de abril de 2010

Volver

Se me hizo dificil la vuelta y el no volver.
Pusiste fin a mis certeras palabras acerca de lo que creía que era amar. Y en esa sucesión de días la ausencia vino acompañada con la muerte.
Dejaste solo tristeza y abrazos vaciós. Me dejaste la sed. Me dejaste la mitad de la música que creía en vos.
Y la muerte. La muerte que se llevó todo y nos dejó soledad.
Pensé en volver tantas veces que se conviertieron en meses. Y volvía, claro. Volvía.
Pero no, ya no vuelvo más. Se agotó la existencia.

jueves, 11 de marzo de 2010

Y es que así ando, hundida.
Tan profundo, pero aparecés vos y decís:
¿ Qué distancia hay desde el cielo a mi cama?
Porqué. Yo te pregunto porqué querés saberlo. No te das cuenta que es prontísimo para que me dejes aquí? Hundida, te lo repito.
Hace frio, está gris afuera y vos solo me preguntás por el cielo.
Y como hago yo para no amarte? Si venís y me envolvés con mariposas, esas que salen solo de vos. Sos tan maravilloso.
Otra pregunta me hacés.
¿Porqué las personas se casan y después se olvidan?
Acáso me estás jodiendo? Yo no quiero saberlo y vos sabés que tampoco.
Y es que ya te estoy extrañando y una brisa me quita el aliento y me recuerda que vos querés que yo sea feliz.
Si, pero te digo de nuevo: Ya te estoy extrañando.
Creo que prefiero estar acá lejos y cerca a la vez.
Si, definitivamente el cielo y tu cama son lo mismo abuelo.

lunes, 1 de marzo de 2010

...



Así te quería encontrar.
Tratando de saber que pasó.
Así te quería agarrar, mirando mis ojos al pasar.
Y yo, acá. Arrancándome los cabellos.
Vos que siempre supiste lo que queda.
Hoy acordate, queda el silencio de los edificios cerrados.
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