miércoles, 28 de abril de 2010

Lastimandosé el cielo, y el sonido de un gorrión.
Entrega, al tarearear cada canción. Entrega,
máxima entrega la de una voz que desearía ser como J.N.
Y la vida, con tu si, con tu no. Y ella, amargo sabor del que no tengo explicación más que un sabor a nada, a cuarto vació y cartas quemadas. Y tan tímida, y un abrazo fuerte el de ella. Nada más que eso.
Y acá piden que dejes de lidiar con aquéllo. Que lo entregues y lo déjes al vacío total. Que se sienta tonto, tímido, malo. Que sienta asco. Y que llore pidiendo al gorrión su más triste canto.
Y entonces, cuando la lágrima caiga por su mejilla ya habrá pasado tiempo.
Y cuando eso suceda olvidate de todo, menos del cielo.

[sobre ella no se más que eso]

sábado, 17 de abril de 2010




No hay nada más allá que esto.
La música que me dejó el tiempo.
Y mientras tanto busco palabras para entender (te).
Pequeño animal, nunca quise más de vos que hoy. La perfección no existe

miércoles, 14 de abril de 2010

Y a cada pasito estaba. Yo,
a cada notita.
Jugás?
Dale, jueguemos que me aburro.
Solo un ratito. Lo prometo. Te quiero observar, solo eso.
Un juego blanco, dale. Si sabés que nos gusta.
En cambio no. Me mirás y me decís: No te aléjes.
.
[El vacio después]

domingo, 11 de abril de 2010

Volver

Se me hizo dificil la vuelta y el no volver.
Pusiste fin a mis certeras palabras acerca de lo que creía que era amar. Y en esa sucesión de días la ausencia vino acompañada con la muerte.
Dejaste solo tristeza y abrazos vaciós. Me dejaste la sed. Me dejaste la mitad de la música que creía en vos.
Y la muerte. La muerte que se llevó todo y nos dejó soledad.
Pensé en volver tantas veces que se conviertieron en meses. Y volvía, claro. Volvía.
Pero no, ya no vuelvo más. Se agotó la existencia.