sábado, 8 de mayo de 2010

Permiso, pasa.

En una baranda junto al mar.
Encausada entre el abismo y lo llano.
Contemplando a un niño estrella.
Una canción trayendo certeza
Y mis manos sudorosas gustosas de resbalar
queriendo aterrizar.
Amante de mi cáscara
ansioso por despegar
famélico por no poder entrar.
Y la espera de un mensaje sub-acuático
con la respuesta de una caricia sobre el pelo
ácido.
Adentrarse en el mar
querer naufragar
y una eternidad de incineración.
Abrir una grieta
que nunca fue cerrada.
Y dormir un sueño tranquilo comprimida en tus extremidades.
Hedor pérfido
visítanos más seguido...

No hay comentarios:

Publicar un comentario