jueves, 11 de marzo de 2010

Y es que así ando, hundida.
Tan profundo, pero aparecés vos y decís:
¿ Qué distancia hay desde el cielo a mi cama?
Porqué. Yo te pregunto porqué querés saberlo. No te das cuenta que es prontísimo para que me dejes aquí? Hundida, te lo repito.
Hace frio, está gris afuera y vos solo me preguntás por el cielo.
Y como hago yo para no amarte? Si venís y me envolvés con mariposas, esas que salen solo de vos. Sos tan maravilloso.
Otra pregunta me hacés.
¿Porqué las personas se casan y después se olvidan?
Acáso me estás jodiendo? Yo no quiero saberlo y vos sabés que tampoco.
Y es que ya te estoy extrañando y una brisa me quita el aliento y me recuerda que vos querés que yo sea feliz.
Si, pero te digo de nuevo: Ya te estoy extrañando.
Creo que prefiero estar acá lejos y cerca a la vez.
Si, definitivamente el cielo y tu cama son lo mismo abuelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario