Te repetis tantas veces las cosas que sentis que la cabeza explota.
Te mirás las manos y te acordás, ya lo dijimos: TODO.
Entonces ahí es cuando te odias un poco, tenés ganas de gritar y echarle el gato al vecino. Luego viene la paz acompañado con lágrimas saladas. Escuchás una canción y salís a bailar. Te da vuelta la cabeza y reís a más no poder. Sos feliz.
Pero, siempre un pero no?
Pero, te levantas a la mañana siguiente y lo único que quieren hacer tus manos es pintar. Pintar hasta sangrar y que ese color rojo te inváda hasta los ojos, cosa de no ver más. Y querés un montón y así CADA VEZ MÁS-
Nos sentimos cualquiera. Ahora encuentro esa palabra.
Encontramos la palabra pero no basta. Lo importante es encontrarse uno.